lunes, 20 de febrero de 2012
sábado, 11 de febrero de 2012
Seis Propuestas para el Próximo Milenio
Seis Propuestas para el Próximo Milenio
Italo Calvino fue un importante escritor italiano que murió
tan solo una (1) semana antes de presentar lo que seria su último trabajo, un
ciclo de seis (6) conferencias, las cuales serian presentadas en la universidad
de Harvard, Cambridge, en Massachusetts. Estas seis (6) conferecias tendrian
como tema principal “los valores literarios que deberian conservarse en el próximo
milenio”, expresado de esta manera por el propio Calvino.
A pesar de que a Calvino
lo separaban quince (15) años de lo que sería el próximo milenio, él sabia
claramente que el mundo cambiaría en muchos aspectos pero a pesar de ello,
muchos deberían conservar su esencia. La literatura seria uno (1) de los tantos
aspectos que con el paso de los años tomaría otra forma, no solo por los
sucesos importantes que ocurrieran sino porque tambien los estilos de los
escritores cambiarían y de esa misma manera surgirian nuevos escritores. Para
Calvino existian ciertas cualidades que la literatura debia preservar a pesar
del paso de los años, cinco (5) de estas cualidades quedaron escritas en sus
conferencias; levedad, rapidez, exactitud, visibilidad y multiplicidad (de las
cuales se hablara mas adelante), y una (1) sexta cualidad que se presentaría en
el mismo ciclo de conferencias pero que no quedo escrita, aun asi se sabe que
esta última conferencia llevaría el nombre de “Consistency” en la que solo se
habria referido, entre otras, cosas al Bartley de Herman Melville, menciona
Esther Calvino al inicio del libro.
A
lo largo del libro que recopila cinco (5) de las seis (6) conferencias, Calvino
realiza una comparación constante entre el nombre del capítulo (que sería la
cualidad de la literatura a conservar) y la literatura tomado fragmentos de poemas,
libros de fantasía, novelas, entre otros estilos, de escritores de épocas
pasadas o bien contemporáneos con él, que según menciona el mismo Calvino, son
escritores u obras admiradas por él.
El
primer capítulo se lo dedicaría a la oposición levedad-peso, centrándose en la
levedad como cualidad sin considerar inferior
al peso. En el trascurso de su vida Italo ha tratado de quitar peso a
las figuras humanas especialmente al lenguaje de este.
Para Calvino la palabra levedad, es sinónimo
de delicadeza en todos los aspectos de la vida de seres “superiores” (el
hombre) y de seres “inferiores” (naturaleza). Considera de la misma manera que
gracias a levedad se mueve el mundo y coloca a la inteligencia y al pensamiento
como punto de comparación con el resto de objetos del planeta. Es la
inteligencia y el pensamiento el hogar de la creatividad, virtud sin peso
físico (levedad) que nos permite cambiar al mundo por medio de nuevos
productos, diseños u objetos que facilitan la vida del hombre, objetos con peso
fisco que en muchos momentos valoramos más que las esencias leves que nos
mantienen vivos.
En este capítulo, entre otras cosas, se menciona a Milan Kundera un escritor checo
que considera que el peso de vivir esta en toda forma de contradicción, afirmación
que creo verídica debido a que en nuestra vida se nos presentan muchas
situaciones contrarias o contradictorias que nos obligan a tomar para uno de
los dos lados creando en nuestra mente dudas, y aunque muchas personas
consideren que la duda es el principio de la sabiduría pues ínsita a que nuestro intelecto se mantenga
activo, esta misma también es el pensamiento mas torturante y puede ser la
causante de decisiones equivocadas que desemboquen en consecuencias
desfavorables que sumen peso a nuestras vidas. Pero no se debe admirar la
levedad, sin antes tener conocimiento del peso, por tal razón no debemos
dejarnos llevar por la levedad aparente de las cosas puesto que estas no tardan
en mostrar su peso insostenible.
El
protagonista del segundo capítulo es la rapidez, la cual se representa para
Calvino como una sucesión de acontecimientos ligados y sin interrupción entre
los cuales existe una relación lógica la
cual ejemplifica a través de la historia del emperador Carlo Magno. Pero el
tema central del capítulo no se centra este tipo de rapidez física (sucesión de
acontecimientos) sino en la relación existente entre la rapidez física y la
mental.
Antes
de caminar, correr o realizar cualquier otra actividad física, en nuestro
cerebro se coordinan todas estas acciones con tal velocidad que no logramos
percibirlas, de esta misma manera ocurre con nuestro pensamiento, antes de
poder pronunciar siquiera una palabra ya nuestro cerebro ha procesado dicha
información y ha generado una respuesta
la cual pronunciaran nuestros labios. Nuestro pensamiento es tan veloz
que genera una gran cantidad de ideas simultáneas las cuales se procesan por
separado pero ocurre con tal velocidad que parecen simultáneas, por esta razón
muchas de las sensaciones percibidas a través de nuestros sentidos no son
aprovechadas totalmente simplemente porque se analizaron tan rápido que no
profundizamos en ellas.
Este
milenio trae consigo la velocidad
cibernética, invento que ha sido creado y desarrollado por la
imaginación humana, la misma imaginación que vuela en nuestras mentes y que a
veces no percibimos pero que muchas personas saben aprovechar a través de sus
creaciones, creaciones que estimulan la imaginación de los demás. A pesar de
que se dice que para hacer las cosas bien hechas se necesita tiempo para su
realización, un razonamiento veloz comunica algo especial que radica
sencillamente en su rapidez, recordemos que entre más tiempo economicemos más
tiempo podemos perder.
La
exactitud seria el tema central de la tercera conferencia. Calvino define
textualmente la exactitud de la siguiente manera:”1. Un diseño de la obra bien
definido y bien calculado. 2. La evocación de las imágenes nítidas, incisivas y
memorables. 3. El lenguaje más preciso como expresión del pensamiento.” En consecuencia se puede definir la exactitud
como precisión y como la máxima expresión del detalle.
Desde
que entramos en un nuevo milenio se ha notado con mayor fuerza el poder que
ejerce el capitalismo y la globalización
en nuestras vidas, donde el mínimo error puede pesar.
Actualmente
vivimos en un mundo donde el detalle cobra la mayor importancia y hace la diferencia
entre el éxito y el fracaso. Los mercados actuales están llenos de objetos o
“cosas” que no se venden por ser comunes, lo mismo, sin tener en cuenta que una
necesidad humana debe ser considerada en términos de lo que requieren nuestros
productos. Se puede considerar que un buen diseño es aquel que se expresa
claramente a través de sus características, un buen diseño es un vendedor
silencioso y esto se logra con los detalles, así que podemos decir que para que
nuestro trabajo pueda gustar debemos caer siempre en el detalle sin dejar a un
lado los demás aspectos.
En
su cuarta conferencia Calvino definiría a la visibilidad como un proceso en el
cual ves con los ojos de la imaginación en lugar de ver físicamente, pero que a
su vez es capaz de transformar dicha imaginación en realidad palpable.
Actualmente
son tantas las imágenes que podemos percibir que no sabemos si estas provienen
de la experiencia directa o simplemente se trata de imágenes que llegan a
nosotros a través de los medios de comunicación. Estos últimos son los
causantes de que con el paso de los días perdamos más nuestra capacidad de
imaginar, de pensar y de razonar por nosotros mismos, debido a que nos hacen la
vida tan “fácil” que solo nos limitamos a imitar lo que otros hacen o dicen, es
por esta razón que Italo Calvino decidió incluir la visibilidad como una
cualidad que debemos mantener viva en este siglo como advertencia al peligro en
el que estamos de perder una de nuestras facultades humanas fundamentales:
imaginar.
Para
llegar a una buena creación no podemos olvidarnos de pensar con imágenes
(imaginar) antes de materializar. Pasar de una imagen netamente mental a una
realidad palpable se define como un proceso en el cual objetualizamos las ideas, diseñamos ideas y las convertimos en
realidades (realidades y fantasías pueden cobrar forma solo a través del
diseño), ideas que salen de humanos y que estarán en interacción constante con
humanos, por esta razón no debemos de dejar de pensar como seres que vivimos en
sociedad, en interacción constante con otros y debemos reservarnos el derecho a
pensar e imaginar, ya que incluso hacerlo erróneamente es mejor que no hacerlo
en lo absoluto.
A pesar de no ser oficialmente la última
conferencia “multiplicidad” fue la última conferencia que quedo plasmada en un
papel. Con la frase “el mundo es un sistema de sistemas” Calvino trata de
explicar la complejidad del mundo en el que vivimos, un planeta poco uniforme
con sistemas interrelacionados o aislados
y con una gran diversidad en todo los sentidos.
La
gran tarea del diseño es intentar lograr una mayor relación entre todos los
sistemas que componen el mundo, partiendo justamente del conocimiento de la
pluralidad de los lenguajes y las culturas y así crear verdaderas garantías
para todos. Tener conciencia de la multiplicidad del mundo en el que vivimos
nos lleva a la búsqueda de métodos con los que finalmente logremos la inclusión
de los excluidos, este es un largo proceso que inicia desde nosotros mismos
reconociendo las capacidades y no las dificultades de los otros, objetivo al
que podemos llegar a través del diseño de una nueva conciencia.
A
pesar de que Calvino murió 15 años antes de conocer el nuevo milenio, tuvo la
inteligencia, pericia y sabiduría de elegir las cualidades a conservar. Levedad,
rapidez, exactitud, visibilidad y multiplicidad son evidentemente valores y
cualidades que no solo se deben conservar en este milenio, sino que deben
trascender con los años y alcanzar su
máxima expresión en el camino.
La
pregunta ahora es, ¿seremos capaces de mantener vivos estos valores a pesar del
paso del tiempo?
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